Matemática: ¿Por qué a mi hija o hijo le cuesta tanto?

Muchos padres se preguntan por qué sus hijos tienen bajo desempeño en matemática. La respuesta podría estar en cómo funciona nuestro cerebro.

La mente no esta diseñada para pensar

Investigaciones recientes explican que el cerebro humano en realidad no está diseñado para pensar, más bien todo lo contrario, ¡intenta evitarlo! Comparado con nuestra habilidad para ver y movernos, pensar requiere esfuerzo, es lento y cometemos errores con frecuencia.

Las personas somos curiosas, pero la curiosidad es frágil

Sin embargo, sí disfrutamos al resolver problemas exitosamente. Es decir, pensar nos genera satisfacción cuando superamos un desafío intelectual. Este placer activa nuestra curiosidad natural y nos motiva a buscar más oportunidades para pensar y aprender. El problema es que abandonamos rápidamente cualquier tarea que nos parece demasiado fácil o difícil.

El secreto: Aprendemos cuando el nivel de dificultad es óptimo

La clave está en encontrar el grado de dificultad perfecto para cada tarea, ni demasiado sencillo ni demasiado difícil. Al lograr este equilibrio, nos sentimos motivados a esforzarnos por el convencimiento de que alcanzaremos el éxito, lo cual alimenta y preserva nuestra curiosidad.

Entonces, si en la escuela nuestros hijos enfrentan desafíos muy sencillos o, como frecuentemente ocurre, muy complejos porque el conocimiento previo es insuficiente, es probable que pierdan el interés y tengan dificultades para mantener la atención. Simplemente su cerebro entra en modo de «ahorro de energía» y evita pensar.


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Esta entrada es un resumen del primer capítulo del libro Why Don’t Students Like School de Daniel Willingham.

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